EQUILIBRIO ALIMENTARIO
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La alimentación es mucho más que el hecho de comer para saciar el hambre o comer para vivir, debe conseguir mantener la salud y prevenir enfermedades.
El hecho
de llevar a cabo una alimentación variada (incluyendo diversidad de
alimentos) y equilibrada (en cantidad adecuada a las necesidades
individuales), es, entre otros factores, una de las principales vías de
promoción de salud y calidad de vida. Por un lado, cubre las necesidades
biológicas básicas para que el cuerpo funcione cada día con total normalidad
y por otro, sirve como prevención y tratamiento ante ciertas enfermedades y/o
alteraciones orgánicas.
Bien
alimentado no significa estar bien nutrido
Para estar
bien nutrido es necesario aportar a través de los alimentos los nutrientes
que el cuerpo necesita en una proporción adecuada para desarrollar sus
funciones. Si no es así se producen desequilibrios con consecuencias no
deseadas que alteran nuestro estado de salud.
El objeto
de todo esto es la conservación de la vida, crecimiento, reproducción,
funcionamiento normal de los órganos y producción de energía para desarrollar
las funciones vitales y realizar actividad física.
Para la
elección de los alimentos el individuo está condicionado por una serie de
factores: socioculturales, económicos, religiosos, de hábitos o costumbres
gastronómicas, personales..., que van a configurar sus hábitos de
alimentación. Estas influencias externas son susceptibles de ser modificadas
a través de una correcta educación.
Para usar
bien los alimentos es preciso:
Elegirlos bien, de acuerdo con el rombo de los
alimentos;
Combinarlos correcta y equilibradamente;
Distribuirlos bien a lo largo del día;
Prepararlos y cocinarlos adecuadamente; y
Disfrutarlos con placer en el marco de un estilo
de vida saludable.
El conocimiento
de los alimentos que puede obtener de esta Guía, debe servir ante todo para
que usted, los pueda emplear adecuadamente a favor de su salud.
Los
alimentos de una época determinan las enfermedades de otra
Se sabe
que las enfermedades que se padecen en la segunda mitad de la vida, dependen
en buena medida de la alimentación que se ha seguido durante la primera, es
decir, en la infancia, la adolescencia y la juventud. Así por ejemplo:
•
Enfermedades coronarias. Su prevención comienza en la infancia y la
adolescencia con una alimentación baja en colesterol y grasa saturada, y rica
en vitaminas, minerales y fibra.
•
Diabetes. Se ha demostrado que quienes abusan del consumo de alimentos dulces
y toman poca fibra, presentan un mayor riesgo de padecer diabetes.
•
Obesidad. La mayor parte de los niños obesos lo serán de adultos.
•
Osteoporosis. Se previene con una adecuada ingesta de calcio en la etapa de
crecimiento, especialmente durante la preadolescencia.
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ALIMENTOS QUE NO DEBEN FALTAR NUNCA EN NUESTRA
DIETA
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El
descubrimiento de los nutrientes y las funciones que desempeñan dentro de
nuestro organismo nos ha permitido conocer perfectamente muchas de las
propiedades de los alimentos que hasta hace relativamente pocos años se
intuían o formaban parte de la sabiduría popular.
Ahora los
avances científicos nos introducen a fondo en el mundo de la alimentación y
en su relación con la salud. Cada estudio nos acerca al concepto de que la
dieta más adecuada es aquella que tiene en cuenta todas las condiciones que
nos caracterizan como personas educadas en una cultura determinada, de
hábitos alimenticios concretos, gustos, estado de salud, costumbres e
ideales, actividad física y estilos de vida diferentes.
Por tanto,
no existe una dieta ideal que sirva para todo el mundo, pero sí un criterio
universal en cuanto al tipo de alimentos que deben consumirse dentro de la
dieta cotidiana, lo que por un lado garantiza que se cubren las necesidades
energéticas y nutritivas de la totalidad de las personas que componen una
población sana, y por otro, colabora en la prevención de ciertas alteraciones
y enfermedades relacionadas con desequilibrios alimentarios.
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¿QUÉ SIGNIFICA DIETA EQUILIBRADA?
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